Hay tantos aspectos importantes que abordar para la creación de una buena animación, que descubrir por dónde empezar puede ser una tarea bastante difícil.
Para ayudarte a desarrollar un flujo de trabajo adecuado y eficiente, nos vamos a tomar un momento para revisar cinco simples pasos para hacer que tus animaciones logren destacar.
1. Planifica tus tomas
A veces, podrá parecer que la planificación está consumiendo tiempo valioso para armar la animación, pero cada vez que consideres algunos minutos para pensar las tomas, terminarás ahorrando horas de prueba y error cuando llegue el momento de crear los fotogramas.
De la misma manera que los actores no saltan frente a la cámara sin antes haber estudiado el guión, y practicado sus líneas y gestos, lo mismo debes hacer tú antes de poner a trabajar a tus personajes.
2. Recopila referencias en video
Comenzar a animar sin haber revisado referencias es trabajar con los ojos vendados.
Por lo general, la animación se rige por las mismas leyes físicas que tú. Es por ese motivo que siempre es buena idea estudiar cómo se mueven y comportan las personas, animales y objetos en el mundo real. Las referecias en video pueden ser de gran ayuda para traducir comportamientos al entorno virtual.
Estudiar con referencias no sólo te será de gran ayuda para entender los movimientos en el tiempo, sino que además te servirá para obtener nuevas ideas para crear las distintas poses para tus personajes.
3. Crea las poses correctas
El primer paso para lograr crear la animación, tal y cómo la has pensado, es definir las poses principales. Estas serán las poses encargadas de narrar tu historia.
Para ayudarte con este proceso intenta identificar y esbozar las poses de la etapa de planificación. Posteriormente, utiliza estos dibujos, junto con todo el material referencial importante para posicionar tu personaje.
Lo anterior te ayudará a definir la silueta del personaje, y las exageraciones correspondientes para lograr la expresividad necesaria para comunicar tu idea.
4. Presenta la toma
Una buena puesta en escena se logra, entre otras cosas, mediante la colocación adecuada de los personajes, el uso de la iluminación precisa, y el correcto ángulo y posición de la cámara. Cualquier toma puede verse perjudicada si la puesta en escena no es del todo buena.
Siempre debes preguntarte hacia dónde quieres dirigir la atención. Si no estás seguro de haber logrado captar lo que querías, puedes pedirle a un amigo que revise tu animación, y evaluar si aquello que él ve es lo que realmente te interesa destacar.
5. Agrega el 10% final
La etapa de pulido muchas veces se percibe sólo como una fase de limpieza. Para ti, debe ser mucho más que eso.
Utiliza la etapa de pulido para añadir todos esos pequeños detalles que puedan conferir mayor nivel de credibilidad y realismo a tu animación, como los leves movimientos de los dedos, pestañeos de los ojos, arcos de seguimiento (tracking arcs), o cualquier otra cosa que te parezca importante.
Siempre está la opción de que ese último 10% pueda pasar desapercibido, pero es una de esas cosas que arruina por completo un trabajo cuando alguien nota su ausencia.
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Fuente: Digital Tutors